Uno se da cuenta hasta qué nivel ha llegado la denominación de un jugador en una disciplina cuando le dan un premio incluso antes de que se dé por finalizado el período en el que otros deportistas también pueden aspirar al galardón. Este es el caso de la surcoreana Jin Young Ko quien, a sus 23 años y después de tres temporadas en las que plasmó su tiranía de cabo a rabo en el circuito coreano -no en vano sumó once victorias desde 2014 a 2017-, se ha llevado con todo merecimiento el premio a la Rookie del Año en la LPGA.
La golfista asiática se impuso el pasado mes de febrero en el Open de Australia. Y no solo eso, sino que también logró cuatro resultados entre los tres primeros y once Top 10 en una temporada mágica que la ha situado al nivel de las mejores jugadoras del planeta. De hecho, al contrario que ocurre en el PGA Tour -donde son los propios jugadores los que votan este tipo de condecoraciones-, en la gira femenina esto se desarrolla a través de un sistema de puntos.
Así pues, Jin Young Ko suma 1.137 puntos, a años luz de la inglesa Georgia Hall, su máxima perseguidora (383 puntos). Para baremar la puntuación se tiene como referencia que la victoria en un evento otorga 150 puntos por lo que, con cuatro eventos para que finalice la temporada, resulta imposible que la británica alcance a la asiática aun ganando todos los torneos que restan.
De esta manera Ko toma el relevo de su compatriota Sung Hyun Park, que el año pasado consiguió este importante logro con cinco campeonatos para que finalizara el curso y vuelve a poner de manifiesto el dominio asiático en el circuito.