A pesar de que pone todo el empeño en lo que hace, Jon Rahm (72 golpes, Par) sigue sin estar todo lo fino que se espera de un número 2 mundial. El español, cuyo mejor resultado desde que se reinició la competición fue un Top 33, volvió a protagonizar en un mismo día las dos caras de la moneda y, pese a que en los primeros nueve hoyos parecía que se iba a comer el mundo asaltando la parte alta de la tabla, acabó pidiendo la hora después de un accidentado final que casi le cuesta acabar por encima del par.
Y eso que el León de Barrika salió con ganas sobre la hierba de Muirfield, consciente de que esta semana que se había tomado de descanso debía ser un punto de inflexión. De hecho, así lo demostró en los primeros compases del día con tres birdies consecutivos en el 14, 15 y 16 -empezó la jornada por el 10- que le abrieron de par en par las puertas de zona noble de la clasificación. Sin embargo, un cortocircuito en el 17 después de no encontrar el green con su segundo golpe inició su particular vía crucis.
Sobre todo porque este bogey encontró un error más en el 1 al que ni siquiera el birdie del par 5 del hoyo 5 dio descanso. Faltaban cuatro banderas para acabar su ronda y su cartulina reflejaba un -2 con el que salvaba los muebles después de unos minutos complicados, pero lo peor todavía estaba por llegar. Y es que en el 6 llegó el doblebogey después de una salida “que va a competir por ser uno de los peores golpes del día”, como el propio Rahm se encargó decir minutos después de la finalización de su ronda.
El golpe del vizcaíno acabó muy a la derecha y desde ahí no le quedó más remedio que dropar en la calle con un impacto de penalidad. Una odisea que se terminó trasformando en un 6 en este par 4 que, por si fuera poco, acompañó con otro bogey en el 7 tras caer en dos ocasiones en los bunker. Por fortuna, jugó a la perfección el 9 para salvar la cartulina y quedarse en el Top 64, una plaza desde la que se guarda todas las opciones de continuar en el Workday Charity Open este fin de semana. Eso sí, a un buen puñado de golpes del líder Collin Morikawa (65 golpes, -7), al que el eagle, los seis birdies y el único bogey permiten situarse en lo más alto.