Si a Jon Rahm (69 golpes, -4) le hubiesen dado opciones a comienzos de semana de cómo le hubiese gustado empezar el año en el Sentry Tournament of Champions, a buen seguro que la manera en la que ha arrancado su actuación en Hawái estaría entre las favoritas. Y es que el jugador vizcaíno ha empezado el año tal y como lo terminó: muy seguro de sus posibilidades y manejando los tiempos a la perfección. Sólo así puede explicarse que JR marche en estos momentos quinto en la clasificación, a tres golpes de un Joaquín Niemann (66 golpes, -7) que ha protagonizado la exhibición del día.
Y eso que el putter no le funcionó como en anteriores citas, dirán muchos. Y razón no les falta. El español, que se mostró certero en todo momento con sus disparos tanto desde el tee como hacia el green -rozó el 90 por ciento en ambas estadísticas-, no tuvo el mejor de sus días sobre el tapete del Plantation Course -todo favorecido por las lejanas oportunidades de birdie de las que dispuso- y tuvo que centrar su potencial en errar lo menos posible para no verse abocado a empezar con déficit respecto a la parte alta.
Aun así, Jon consiguió hasta cinco aciertos -tres de ellos sin errores en los diez primeros hoyos- y, tras el bogey del 11, tuvo que luchar contra viento y marea para aprovecharse de los dos pares cinco restantes y así despedirse de la primera ronda de juego con un cuatro bajo par que lo sitúa a un impacto de un podio que integran los norteamericanos Rickie Fowler (68 golpes, -5), Matt Kuchar (68 golpes, -5) y Justin Thomas (67 golpes, -6) y el nombrado ya Joaquín Niemann. De hecho, el chileno se aprovechó de su buen hacer en los metros finales para anotarse siete birdies sin errores que le permitirán afrontar con garantías los próximos días en esta paradisíaca isla.