Desde aquel fatídico sábado en el que fue interpelado por miembros de la organización tras su ronda en el Memorial que le dejaba el título muy cerca, no habíamos vuelto a ver a Jon Rahm. Los siete días de cuarentena en los que el León de Barrika ha estado fuera de los campos han sido duros para todos, pero sobre todo para él, pues no ha podido preparar como le hubiera gustado el US Open. Por suerte, los dos negativos presentados en las PCR le permitieron pisar Torrey Pines antes de lo previsto y hace unas horas compareció ante los medios para hablar sobre esta experiencia en la que se ha pasado más de una semana encerrado en la habitación de un hotel.
“Es una vivencia más. Durante estos días he intentado entender de qué me ha servido para poder aprender algo de cara al futuro. Quedarme lamentándome no me hubiera servido de nada, así que he aprovechado el tiempo meditando y quedándome con el presente”, señaló el español, que salió al paso para negar cualquier rumor sobre su vacunación. “Estaba vacunado. Lo que ocurre es que me encontraba dentro de ese período de 14 días necesario para tener la pauta completa. Mirándolo ahora con perspectiva, obviamente hubiese preferido vacunarme antes, pero con la preparación del PGA Championship y la defensa del Memorial no lo tuve en mente”, continuó el actual número 3 del mundo.
JR también destacó el papel del PGA Tour en todo este proceso, al que exime de toda culpa: “Desafortunadamente, me sacaron del torneo cuando estaba realizando una gran actuación, pero hicieron lo que tenían que hacer. En relación a esto he escuchado muchas teorías: que si deberían haberme permitido jugar solo, que si podría haber disputado los hoyos a primera hora… Nada de eso tenía sentido. Era una tontería. Las reglas están ahí y lo único que hicieron fue aplicarlas. Ahora bien, lo que sí que me molestó fue la manera en la que se desarrolló todo. Podrían haber buscado otro momento y lugar para comunicármelo”, sentenció.