¿Quién dijo miedo? Brillante inicio de Phoenix Open para Jon Rahm (67 golpes, -4) que, como ya sucediera la pasada semana sobre la hierba de Torrey Pines, se ha colocado desde bien temprano en las posiciones delanteras y se postula como uno de los nombres a tener en cuenta para reinar en el histórico TPC Scottsdale. Y lo ha hecho dándole la vuelta a la tortilla a los guarismos del fin de semana pasado y dándose el gusto de entregar una cartulina con tres birdies, un eagle y tan solo un error.
Un fallo que vino en el 17, minutos después de poner patas arriba el coliseo del Golf con un grandísimo tiro al trapo en el 16 y un posterior putt que le daba su primera alegría del jueves. Pero entonces llegó el comentado error tras enviar la bola al agua con el approach -estuvo muy cerca de embocarla desde el rough en el cuarto intento, pero se quedó colgando- y las cosas se torcieron un poco. Sobre todo porque solo unos segundos después, en el tee del 18, una mala salida le sacó de sus casillas.
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Pero este no es el mismo Rahm de antaño y en ningún momento dejó que la desconcentración le hiciera mella. El León de Barrika siguió practicando su juego y fruto de ello llegaron las buenas noticias. Eagle en el par 5 del 3 con un gran putt desde unos seis metros y otros dos birdies con sendos puritos le permiten ser en estos momentos Top 7 y quedarse a solo tres impactos de Bill Haas (64 golpes, -7), primer líder del campeonato.
Y es que el norteamericano se ha valido de un gran acierto en los greenes para presentar su candidatura a estrenar su palmarés de triunfos en este 2018. Cinco birdies y un eagle sin errores fueron suficientes para aventajar en dos golpes a un grupo de cinco jugadores entre los que destaca el californiano Rickie Fowler (66 golpes, -5).
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