No sabemos cuándo, pero la victoria terminará llegando. Jon Rahm (66 golpes, -6) ha demostrado este domingo que es un jugador nacido por y para este torneo, como en su día lo fueron Seve u Olazábal. Lo avalan las estadísticas -ha conseguido su cuarto Top 10 de manera consecutiva en el Masters y puede presumir de que no hay otro jugador en el mundo que haya acumulado más golpes bajo par que él en estas ediciones con un 37 bajo par-, pero sobre todo su manera de afrontar una jornada en la que muchos hubieran agitado la bandera blanca al verse once por detrás a falta de 18 hoyos.
Sin embargo, Jon no es de estos. Rahm hizo borrón y cuenta nueva después de no haber pasado del Par en las primeras 54 banderas y se centró en lo que tenía por delante. Una estrategia que le dio sus frutos desde bien temprano con el birdie y el eagle de los dos primeros hoyos. Un binomio de aciertos que le dio alas y que le facilitó la tarea de acercarse al Top 10 y así liberarse. Se vio a la perfección con la soltura con la que arregló una difícil situación para sacar el birdie en el 8 y, sobre todo, con el dardo medido en el 12 con el que dejó la bola a menos de dos metros para seguir restando.
Una espectacular cartulina que completó con un nuevo birdie en el 15 para situarse finalmente en el -6 en la quinta plaza, algo impensable si hubiéramos tenido que hacer un pronóstico viendo sus tres primeros días. Pero si con algo nos ha hecho disfrutar Jon desde que se hizo un hueco en el PGA Tour es con su capacidad de darle la vuelta a la situación. De transformar en luz lo que hace unas horas era todo oscuridad. Y la gran pena es que, pese al domingo sublime, se acabó quedando lejos de los números presentados por el nuevo campeón del Masters.
Hideki Matsuyama (73 golpes, -10) ha hecho historia al convertirse en el primer japonés que consigue vencer en un Grande después de haber confirmado la ventaja con la que llegaba a la prueba gracias a un juego preciso y con el que sólo pasó apuros en las primeras horas. De hecho, tras el bogey del 1 se empezó a escuchar el runrún y los cuchicheos acerca de si iba a ser capaz de mantenerse en lo más alto. Pero el paso de los minutos le dio la razón y, a pesar de que Schauffele (72 golpes, -7) se llegó a instalar a dos impactos a falta de tres hoyos, se despide de Georgia con el triunfo más importante de su carrera.
Will Zalatoris (70 golpes, -9), quien completó su primera incursión en Augusta con un extraordinario subcampeonato, y Jordan Spieth (70 golpes, -7) completaron los primeros lugares. Además, cabe destacar también la gran semana de Golf protagonizada por José María Olazábal (75 golpes, +8), que seguro que le insufla una bocanada de aire fresco para afrontar los próximos retos que se proponga dentro de los campos.