Si hay algo que se ha discutido hasta la saciedad -y que a día de hoy parece inamovible– desde que el golf volvió a la acción en unos Juegos Olímpicos, eso es el formato del torneo. A fin de cuentas, este deporte cuenta con unas pautas muy tasadas para poder competir en la cita -que se lo digan a Joost Luiten-. Una circunstancia que, debido al cambio de paradigma de este deporte a nivel mundial, favorece más bien poco que podamos ver en acción a los mejores jugadores del planeta.
Después de todo, el ranking olímpico no tiene en cuenta los eventos de la LIV Golf League, lo que hace que muchos se hayan perdido la competición por no haber podido alimentar con puntos esa clasificación. Es por esto que hay golfistas que consideran que deberían de modificarse los criterios e, igual que ocurre con otros deportes, que sea la propia federación quien se encargue de la convocatoria para el torneo.
Uno de los que secunda esta moción es Jon Rahm, que sería partidario de dejar jugar a quienes su país piense que tengan más opciones de rascar metal: “El equipo de baloncesto de Estados Unidos es libre de elegir a quien quiera. Cada país debería de ser soberano para decidir con quién jugar”, señaló el León de Barrika, que está preparado para debutar este jueves junto a Xander Schauffele y Viktor Hovland.
Unas declaraciones que unió a las del tan ansiado cambio de formato, que debe ser un aspecto a tratar de cara a futuras ediciones. “Representar a tu país deber ser algo más que jugar 72 hoyos por ti mismo. Echo de menos algún componente de equipo. Sería muy bueno poder competir junto a otro jugador de tu país, por ejemplo”, sentenció el miembro de la Armada. Unas declaraciones que deberían hacer reflexionar de cara a Los Ángeles 2028.
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— Olympic Golf (@OlympicGolf) July 31, 2024
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