Había soñado muchas veces con ello, pero costaba imaginar que lo tuviera tan cerca. Después de una última ronda de juego magnífica -tan solo erró en una de las 18 banderas finales-, Jon Rahm miró a los ojos a la historia. Solo el recordman Sam Snead había tenido la osadía de salir campeón de un Masters después de haber empezado el torneo con un doblebogey. Pero las estadísticas están para romperlas. Jon completó un domingo de ensueño sobre la hierba del Augusta National para acabar imponiéndose por cuatro golpes a sus rivales y convertirse en el cuarto español en vencer en uno de los templos de este deporte.
Ver esta publicación en Instagram