Era la primera vez que se enfrentaba a una rueda de prensa siendo número 1 del mundo. Todas las cámaras le enfocaban, todos los micrófonos estaban ansiosos por sacarle un corte de voz… Y lo cierto es que no decepcionó. El León de Barrika se mostró tal cuál es y esto nos ha permitido sacar alguna que otra declaración muy a tener en cuenta de cara a sus próximos retos en el mundo del Golf. Ahora bien, de momento no se pone desafíos a corto plazo y lo único que espera es alargar en el tiempo su posición en el ranking.
“Ser número 1 es un logro muy difícil de conseguir. Es una consecuencia de jugar muy bien al Golf durante los últimos cuatro años, no sólo la semana pasada. Ahora lo único que espero es seguir jugando tan bien o mejor, incluso, para poderme quedar aquí durante mucho tiempo”, confesó el español, que puso el ejemplo de Lefty para hacer ver lo complicado de la tarea que consiguió en el Memorial. “Phil ha ganado cinco Majors y no ha podido lograr el número 1. Es cierto que muchos golfistas tuvieron de adversario a Tiger en su plenitud y que nadie le iba a quitar su plaza, pero alcanzar esta posición requiere mucha dedicación y sacrificio”, sentenció el deportista vasco.
Un Rahm que calificó de “surrealista” lo vivido el domingo de hace dos semanas en Muirfield Village y que intentará conservar sus privilegios desde el próximo jueves sobre la hierba del TPC Southwind. Para ello, JR deberá evitar por todos los medios que Rory McIlroy salga ganador del WGC-FedEx St. Jude Invitational. Lo hará en un duelo a la altura de las circunstancias en las 36 primeras banderas, pues junto a él estarán los norteamericanos Bryson DeChambeau y Rickie Fowler, con los que ya ha compartido partida en más de una ocasión. Una partida muy interesante que marcará las opciones reales de Jon de pelear por una nueva victoria.