Llegaba Jon Rahm a la segunda jornada del WGC-Dell Technologies Match Play con la obligación imperiosa de ganar si no quería ponerle el punto final a su participación en el último torneo de las series mundiales. Tras la derrota en el primer día de campeonato ante Rickie Fowler, el golfista español no titubeó en ningún momento en su duelo ante Keith Mitchell y salió a por todas desde los primeros instantes. Una circunstancia que se refleja en las dos primeras banderas, en las que venció para colocar una ventaja que a la postre fue definitiva.
El deportista vizcaíno no perdió la renta en ningún momento y, aunque a veces la distancia disminuyó a un hoyo -como en el 3, donde el estadounidense selló un birdie-, nunca estuvo en entredicho. Jon, de hecho, completó una grandísima vuelta sobre la hierba del Austin Country Club texano con cinco birdies, un eagle -el cosechado en la decimosegunda bandera- y tan solo un bogey, el que se vio obligado a anotarse en el 14 cuando el tanteador ya reflejaba un dormie que hacía muy difícil la misión para el golfista de las barras y estrellas.
Así pues, el número dos del mundo suma su primer triunfo en el campeonato por 4&3 y deja a Mitchell eliminado con tan solo medio punto en su haber. De esta manera, Jon Rahm vuelve a depender de sí mismo para participar en las eliminatorias directas a partir del sábado. Para que eso ocurra, deberá derrotar a Billy Horschel el viernes -quien ha derrotado a Rickie Fowler por un resultado de 3&2– y esperar los acontecimientos en el encuentro del californiano, pues un triunfo de este combinado con una victoria del español provocaría que ambos salieran al desempate con una plaza de octavos de final en juego.
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