Fue un final bonito, ya que la segunda ronda la finalizaba con birdie, pero podría haber sido mejor de haber entrado la bola con ese segundo golpe desde el rough en el hoyo 9, el último del día para Jon Rahm al salir por el 10. Un golpazo desde 135 metros que terminaba a poco más de un metro después de que la pelota se paseara por las cercanías del agujero.