Jon Rahm (10-11-1994) atendió a los medios una vez finalizados sus últimos 18 hoyos en los que entregaba su mejor resultado de la semana. Un alivio, insuficiente para el número dos del mundo vista la semana en el segundo Grande del año, aunque vistas sus declaraciones todo parece estar en orden, su juego, su swing… Todo se circunscribe a unos pocos errores que «que te van a costar mucho en un Major».
Y continuaba: «Ninguno de los cinco primeros drivers que hice fue un mal golpe. Pero ya fuera por el viento o por el agua, todos terminaron fuera de la calle. Igual que los putts, hubieron muchos buenos que no quisieron entrar y fue difícil que la vuelta arrancara. Simplemente no pude conseguir ese birdie o ese par de golpes para que todo se pusiera en marcha», dijo.
Rahm se remontaba al primer día, «Estuve muy mal con el hierro 5 en el 8 (doblebogey par 3) y en el 13 (par 5) debía de haber terminado al menos con el par, no con bogey. Y en el 17 (el segundo hoyo más fácil de la semana donde se fue al agua) debía de haber puesto la bola en tierra firme. No fueron malos swings sino solo errores que te van a costar mucho en un Major. Especialmente el primer día».
El de Barrika seguía con su disección de la semana, especialmente con lo sucedido el tercer día cuando entregó el peor resultado de su historia en el PGA Championship, 76 (+6). «Le comenté a Adam (su caddie) los errores que podría haber evitado. Creo que habría terminado con +1. Es muy fácil hablar de ello ahora, pero hubo errores que podría y debía haber evitado».
«Lo de hoy ha sido un premio de consolación. El juego está bien. El swing lo siento bien. Así que no estoy lejos», respondía para finalizar con lo sucedido en el 17 cuando cazó el tee desde el green en ese par 4 dejándose una opción de eagle. «Tenía 280 yardas y jugué una madera 3 perfecta cuando tenía 10 yardas (9 metros) de ancho para que la bola aterrizara. Pude hacer el eagle pero estoy contento de salir del hoyo con un birdie fácil».
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