Jon Rahm cerró su tercera ronda en Augusta con sabor agridulce. Tras salir del green del hoyo 16 con cuatro bajo par en el día y metido de lleno en el Top 10; dos bogeys consecutivos en los hoyos finales apagaron lo que prometía ser una gran vuelta. El resultado final fue de -2, para un acumulado de par, lejos de los puestos de cabeza.
De cara a la última ronda, el vasco prefiere mantener los pies en la tierra la desde mitad de la tabla
“La sensación fue la misma que ayer y antes de ayer; con la diferencia de que hoy entraron los dos primeros putts que dieron confianza” reflexionó; mostrando su frustración contenida por no haber podido aprovechar al máximo su juego; en una jornada que parecía destinada a impulsarle hacia arriba en la clasificación.
El viernes, Rahm había expresado su deseo de jugar “unos buenos 27 hoyos” entre el cierre de la tercera ronda y el inicio de la cuarta; con la esperanza de llegar a los segundos nueve del domingo con opciones. Sin embargo, el balance no fue el esperado. De cara a la última ronda, el vasco prefiere mantener los pies en la tierra; “No tengo en la cabeza ningún resultado para mañana. Hacer las menos posibles”; sentenció.
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