Con la temporada dando los últimos coletazos no hay más que ver la clasificación de la Race to Dubai para sentirnos bien orgullosos de lo logrado por nuestros jugadores en esta temporada que va tocando su fin. Y en particular por lo conseguido por un Jon Rahm que ha pasado en dos cursos de ser considerado el Rookie del Año por parte del circuito del viejo continente a ser una de las más claras referencias de la gira. Una fama que se puede analizar solo viendo los resultados que ha cosechado en este glorioso 2019.
Solo ha disputado diez torneos sancionados por el European Tour, pero han sido suficientes para que sacara a relucir todo el potencial que lleva dentro con una victoria -Irish Open-, dos subcampeonatos -Valderrama Masters y BMW PGA Championship- y el tercer puesto cosechado en el US Open. Números que se unen a los otros dos Top 10 conseguidos –seis en total en diez eventos- y que lo sitúan con un montante total de 3438,3 puntos en la segunda plaza de la orden de mérito, siendo el único español dentro de la primera decena y quedándose a poco más de 26 puntos de un Shane Lowry que sigue rentabilizando su triunfo en el Open.
Y créannos si les decimos que lo mejor está por venir. En particular porque de los nueve campeonatos que restan para poner el punto final a la temporada el vizcaíno defiende título en uno -el Open de España- y ya sabe lo que es ganar en otro -World Tour Championship-, un hecho que puede jugar a su favor con el objetivo de llevarse a casa el Harry Vardon Trophy -el galardón que se le concede a los jugadores que se hacen con la Carrera a Dubái-.
De lograrlo, Jon Rahm tendría algo por lo que todos los españoles llevan peleando desde que en 1991 Seve Ballesteros se alzara con el último de los seis que logró en toda su carrera -sólo Colin Montgomerie (8) cuenta con más-. Y es que el cántabro ha sido el único miembro de la Armada en conseguirlo en toda la historia de la gira. Palabras mayores.