Jon Rahm, al igual que en la primera jornada, tuvo un gran arranque en la denominada jornada del movimiento. Y es que el León de Barrika daba un grandísimo tercer tiro con un approach desde 57 con el que la bola botaba a escasos centímetros del agujero. Un golpazo con el que a punto estuvo de firmar el eagle pero con el que se tuvo que conformar con el birdie por la acción del efecto o «backspin».
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