A cada hora que pasa en el CareerBuilder Challenge tenemos cada vez más claro que Jon Rahm (67 golpes, -15) va a luchar hasta el final por una victoria que le acercaría un poco más al sueño de ser algún día número 1 del mundo. El joven jugador español ya mostró sus credenciales el primer día sobre la hierba de La Quinta, lugar de donde sacó un magnánimo 62 con diez birdies libres de fallos, y este viernes -aunque le ha costado más- ha puesto las cartas encima de la mesa llegado el ecuador del evento.
Jon Rahm es segundo, a solo un golpe del estadounidense Andrew Landry (65 golpes, -16), pero tiene motivos más que de sobra para quedarse tranquilo tras su actuación. Y es que después de un inicio con muchos altibajos -no logró su primer par hasta la séptima bandera después de cuatro birdies y dos bogeys– se pudo serenar en la parte final del día y tres birdies sin errores en los últimos nueve hoyos le permiten mirar con garantías el futuro inmediato, que no es otra cosa que las dos próximas rondas en el icónico Stadium Course.
Es cierto que las salidas desde el tee no funcionaron tan bien como el primer día -sobre todo al principio-, pero su gran dominio con los hierros le permitió dejarse numerosas oportunidades de birdie que fue aprovechando, aunque se quedaron muchas en el camino, para firmar un meritorio -5 y seguir siendo parte integrante de un podio en el que ahora mismo le acompañan el citado Landry y Jason Kokrak (67 golpes, -14), que finalizó con los mismos números que Rahm en su incursión en el Nicklaus Tournament Course.
Así pues, el León de Barrika terminará este sábado la rotación -recordemos que en este evento el corte se realiza tras 54 hoyos– con la intención de salir el domingo en el partido del día y guardarse una oportunidad para inaugurar la vitrina de trofeos de la Armada en este recién estrenado 2018.