Con pasos cortos, pero seguros. Así es como está desarrollando su trabajo Jon Rahm (68 golpes, -7) desde que el México Open diera el pistoletazo de salida el pasado jueves. El vizcaíno, que ejerce de campeón defensor sobre la hierba del Vidanta Vallarta, sigue situándose al borde de los diez mejores jugadores del evento después de una nueva ronda por debajo de los 70 impactos que le permitirá salir desde uno de los últimos partidos del día de esta jornada del movimiento.
El jugador de la Armada, concretamente, ocupa el Top 12 de la prueba después de una vuelta en la que solo un doblebogey le impidió tocar con insistencia a las puertas del podio. Esto ocurrió en la novena bandera del día, un par 3 con un obstáculo de agua rodeando el green que se le atragantó a más de un jugador. Y es que Jon encontró el fondo del lago en su primer intento desde el tee, lo que le obligó a tener que acudir a la zona de dropaje y perder un par de golpes por el camino después de que su siguiente golpe acabara en la arena.
Cinco impactos en este hoyo que repicaron en una cartulina en la que hasta ese momento se había anotado un eagle y un birdie sin más errores. Es más, solo unos minutos después acabó con todo vestigio de negativo en su luminoso después de un bogey en el 10 como consecuencia de otra errática salida. Así pues, a Jon le tocó coger el toro por los cuernos y, a base de mucho esfuerzo y del tesón que lo caracteriza, acabar entregando una cartulina con tres golpes en negativo.
Cuatro birdies y un bogey en los ocho hoyos finales posibilitaron que el León de Barrika se quede a estas alturas a cinco impactos de un podio que comparten Brandon Wu (66 golpes, -12), Erik van Rooyen (66 golpes, -12) y el norteamericano Tony Finau (64 golpes, -13), quien se ha convertido en el rival a batir después de un viernes en el que finalizó con ocho birdies y un bogey.
Ver esta publicación en Instagram