Jon Rahm pasó por la sala de prensa en la previa de la 123 edición del US Open. Y como no, el campeón de 2021 fue preguntado como al resto de los golfistas que transitaron ante los medios de comunicación por el tema de actualidad, la fusión entre el PGA Tour, Circuito Europeo y LIV Golf, de la cual no se sabe absolutamente nada y viendo sus respuestas parece que el León de Barrika se lo ha tomado con mucha filosofía, esos sí, afirmando que los jugadores poco pintan en este «juego».
«Bueno, hay muchas preguntas sin respuesta», comenzó diciendo sobre el tema. «Creo que llega un punto en el que quieres tener fe en los gestores, y quiero tener fe pensando en que esto es lo mejor para nosotros. Pero está claro que eso no es lo que piensan todos. Creo que el sentimiento general es que mucha gente se siente traicionada por la dirección».
«No es fácil para un jugador que ha estado involucrado, como muchos otros, despertar un día y ver este bombazo. Eso es por qué estamos todos en un estado de limbo al no saber qué está pasando. Así que me gustaría pensar que se van a tomar las mejores decisiones. Todavía hay demasiadas preguntas por responder», añadía el vizcaíno.
«Estaba en casa cuidando a los niños. Era una mañana normal en la que estábamos haciendo el desayuno, y entonces los mensajes de texto comenzaron a llegar. Pensé que mi teléfono se iba a incendiar en algún momento. Había tantas preguntas que simplemente no podía responder. Creo que fue en ese momento cuando le dije a Kelley que iba a guardar el teléfono en el cajón y no mirarlo por las próximas cuatro horas porque ya no podía lidiar con esto».
Pero fue la pregunta de cual iba a ser su actitud ante todo esto cuando Rahm se sinceró. «Para ser honesto, lo veo de la siguiente forma. Gracias al PGA Tour estoy en una lugar donde puedo jugar al más alto nivel. Estoy en una situación en la que mi familia y mis hijos no tendrán que luchar económicamente, y no sé a cuántas generaciones más podré ayudar si lo hago apropiadamente. Estoy en una posición muy privilegiada en este mundo. Puedo hacer lo que quiero. Puedo hacer lo que me gusta para ganarme la vida».
«Si las cosas cambian, solo tendré que adaptarme a la situación y habrá que tomar algunas decisiones sobre lo que pase. Al final del día sigo siendo muy privilegiado, ya sea con el PGA Tour y el LIV alineados o no, o quien juega y quien le gusta a quien. Realmente no importa. Soy feliz donde estoy en mi vida, y pienso todos los días que estoy bendecido cuando miro a mis hijos».
«Es una manera fácil de olvidar lo que está pasando cuando lo veo de esa manera. Recuerdo de donde vengo y dónde estoy. Para ser honesto, todos esos problemas parecen un problema muy, muy pequeño en comparación con otras cosas que pasan en el mundo«, sentenciaba al respecto.
Centrado en esta semana, el español dijo. «Es difícil definir un plan de juego. Es un Abierto de los Estados Unidos. Con suerte coger calle, dos putts y seguir adelante. Las calles parecen más grandes de lo que son. Como dije, es un diseño que me gusta. Te hace pensar. Tiene todos los ingredientes para ser una gran semana».
Ante como afronta este US Open declaró. «Mi nivel de confianza es muy alta. No existe una fórmula mágica. Me he limitado a trabajar en las cosas en las que tengo que trabajar, y cuando lo haces correctamente llegan los resultados, y eso es lo que me pasó este año».
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