En una era como la actual hay que poner en valor todo lo conseguido por Jon Rahm. Tanto el US Open -fue el primer español en conseguirlo en toda la historia del torneo- como el Masters de Augusta son el resultado de la constancia, el trabajo duro y la fe en uno mismo. Pero no hay que pasar de largo en esta ecuación el número uno del mundo que, aunque no deja de ser el mero reflejo al trabajo bien hecho, incide sobre la regularidad a lo largo de un período del tiempo.
Y es aquí donde nos vamos a detener, pues esta semana el vizcaíno ha alcanzado las 51 semanas como mejor jugador del planeta. Unos guarismos que le sirven para empatar con Jason Day como el octavo golfista que más veces ha ocupado esta posición en toda la historia. Un hito que podría llevarlo en poco más de un mes a igualar las 56 de Luke Donald o, si todo sigue según el plan previsto, empatar con 61 al inolvidable Seve Ballesteros allá por el mes de julio. Aunque no adelantemos acontecimientos, pues esta misma semana podría perder el cetro de mando en detrimento de Scottie Scheffler.
A pesar de que el León de Barrika no va a ser partícipe de la fiesta del Byron Nelson, el estadounidense podría llegar al segundo Grande de la temporada como flamante número uno. Para que esto ocurra, eso sí, solo le vale el triunfo en el TPC Craig Ranch. Todo ello en una semana en la que la variación más importante se ha producido en el cambio de piezas entre Max Homa y Matt Fitzpatrick en la sexta y séptima plaza, respectivamente.
En cuanto al resto de integrantes de la Armada en la primera página del ranking, Pablo Larrazábal continúa en el T69, mientras que Adri Arnaus baja dos escalones hasta el T89 y Otaegui sube los mismos hasta el T94. Campillo, por su parte, sigue quemando etapas en la búsqueda del Top 100 y una nueva zona noble en el DPWT lo sitúa en el Top 124.