Después del agridulce sabor de boca que le quedó a Jon Rahm (66 golpes, -8) tras la disputa de la primera jornada en el Hero World Challenge, el portento español necesitaba un día en el que diera un golpe encima de la mesa. Una de esas rondas que dejen constancia de que ha venido a Bahamas para defender con uñas y dientes el título conseguido hace doce meses. Y, ni corto ni perezoso, el vizcaíno completó un recorrido increíble este jueves que le ha permitido a estas alturas colocarse en el tercer escalón del podio igualado con Henrik Stenson (67 golpes, -8).
Esto lo sitúa a tan sólo un impacto de Gary Woodland (69 golpes, -9) y a cuatro de un Patrick Reed (66 golpes, -12) que marca el ritmo con una suficiencia que hacía tiempo que no demostraba. Pero hablemos de la vuelta protagonizada por el actual tercer mejor jugador del planeta, que da para mucho. En especial, porque ha demostrado un nivel que permite situarlo como uno de los grandes favoritos al triunfo. El León de Barrika ha entregado una cartulina inmaculada con cuatro birdies y un eagle -sólo perdonó el par 5 del hoyo 3, el primero del día- tras una demostración de fuerza que le permitirá de nuevo luchar por la victoria.
Tres birdies en las nueve primeras banderas, unido al eagle del 15 y a un nuevo acierto en el 16 ha posibilitado que Jon esté en francas posibilidades de lanzar este viernes una gran ofensiva que lo deje cerca del liderato. Pero no lancemos las campanas al vuelo todavía, pues sólo hemos llegado al ecuador del campeonato y todavía pueden pasar muchas cosas. Y si no que se lo digan a Reed, que pasó en el hoyo 9 de tener un dos bajo par a acumular un acierto tras otro en la segunda parte de su recorrido para, con cinco birdies y un bogey, para ser el único en llegar a los dobles dígitos a falta de 36 hoyos.
Tiger Woods (66 golpes, -6) sigue su escalada y, con una ronda de igual proporciones que la presentada por Rahm –cuatro birdies y un eagle– se ha situado en quinta posición, al acecho de cualquier error de la parte alta.