Parece que la Premier Golf League se desinfla a pasos agigantados sin haber tenido la oportunidad todavía de presentarse en sociedad. Y es que si hace unos días les hablábamos de la renuncia oficial de Rory McIlroy, actual número 1 mundial, de desprenderse de todo lo que lleva consigo pertenecer a una familia como la del PGA Tour, en esta ocasión hemos conocido que tanto Jon Rahm como Brooks Koepka, el segundo y el tercer jugador más importantes del planeta en estos momentos, han puesto sus cartas boca arriba para dejar claro que en esta guerra por el control del Golf mundial formarán parte del ejército del comisionado Jay Monahan.
“Creo que tengo clara la decisión de centrarme sólo en el PGA Tour”, afirmó JR hace unos días en una entrevista con Golfweek a la que hemos podido tener acceso. “Al final me considero un competidor nato. Formo parte del PGA Tour y quiero seguir así durante mucho tiempo”, confesó el León de Barrika, quien no ha querido saber nada de las mareantes cifras que se manejan desde el que está destinado a ser el rival natural del circuito de los Estados Unidos.
Una competición que, tal como describimos hace unas semanas cuando llamaron a la puerta de Tiger Woods, presentaría una retahíla de nombres importantes de este deporte, con 48 grandes jugadores en cada uno de los 18 torneos que compondrían la temporada, sin corte y a tres rondas, lo que provocaría una enorme descongestión en las agendas de los jugadores y, a la postre, bolsas de premios mucho mayores al contar con un field cerrado. Sin embargo, según vamos conociendo en los últimos días por parte de los Tops mundiales, puede que estemos ante un proyecto fallido desde el mismo momento de su concepción.
“Estoy fuera de la Premier Golf League”, sentenció sin tapujos Koepka ante las preguntas de Associated Press. «En esta lucha estoy al lado del PGA Tour. Me cuesta creer que el Golf deba ser sólo para 48 jugadores”, admitió. Unas palabras que, cuando todo vuelva a la normalidad, resonarán con fuerza en la sede de esta nueva gira.