Jones se lleva por aplastamiento un descafeinado Honda Classic que apenas tuvo historia al final

El australiano cosecha su segundo título en el PGA Tour después de un día en el que Wise volvió a liarse cuando tenía el liderato a tiro 

El oceánico se llevó una merecida victoria tras ser el menos errático de la zona alta. Foto: @PGATour

Se nos presentaba una jornada emocionante en el final del Honda Classic, pero lo cierto es que conforme pasaron las horas se descafeinó todo hasta tal punto de dejarnos un regusto amargo durante la última hora y media de campeonato. Matt Jones (68 golpes, -12) acudía al PGA National con la intención de defender con uñas y dientes los tres impactos de ventaja con los que aparecía en el tee del 1. Una diferencia que aumentó con los birdies del 1 y el 3 y que, aunque Aaron Wise (73 golpes, -4) quiso reducir en la primera parte de recorrido, fue suficiente para llevarse el título. 

Y es que el norteamericano parecía que recobraba el aliento tras la infame ronda disputada el sábado cuando convirtió tres birdies de manera consecutiva entre el 3 y el 5. En esos momentos, la diferencia con respecto al australiano se situaba en dos impactos, que incluso se llegó a quedar en uno después del error del deportista aussie en el par 3 del 7. La emoción estaba servida cuando sólo restaban nueve hoyos para dar el carpetazo final al torneo de Palm Beach Gardens, pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Y el hoyo 10 tuvo mucha culpa. 

Era la bandera más difícil del día, pero lo cierto es que nada hacía pensar lo que finalmente sucedió. Wise pateó hasta en cuatro ocasiones -tres de ellas desde una distancia alrededor del metro– para anotarse un triplebogey que cayó como un jarro de agua fría en su cartulina, que se volvía a situar al par y le obligaba a una reacción que nunca llegó. El deportista de las barras y estrellas no sólo no volvió a conocer el acierto, sino que se anotó un doblebogey en el 16 y un bogey en el 18 para despedirse en el Top 13 y dejar vía libre a Jones. 

Y el oceánico no desaprovechó el regalo. Tres birdies y dos bogeys en los nueve hoyos finales lo situaron con -12, aventajando en cinco impactos a Brandon Hagy (66 golpes -7) y situando, a sus 40 años, el segundo título en el PGA Tour tras el cosechado en 2014 en el Houston Open. Un resultado que le abre la puerta a seguir compitiendo varios años más junto a los mejores.  

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