¿Quién puede parar a este chico? Ya ha demostrado que sabe ganar de muchas maneras. En Augusta lo hizo por aplastamiento, en Chambers Bay por fe y hoy lo ha conseguido por constancia. Y es que el golfista texano no había comenzado con buen pie su andadura en Silvis (Illinois).
El público tuvo que esperar en el Deere Run para ver al norteamericano bajo el par del campo. Ese fue el punto de inflexión para una actuación memorable el viernes -64 golpes- pero, sobre todo, el sábado -61- que le colocaron con una ventaja de dos golpes respecto a Danny Lee para encarar los últimos 18 hoyos.
Fue entonces cuando más sudó, pues los rivales pusieron toda la carne en el asador para intentar arrebatarle la primera posición, unos para conseguir una de las últimas plazas para el British -como fue el caso de Tom Gillis-; y otros para agradar a su gente a pocos kilómetros de su casa, como Zach Johnson.
Este conjunto de circunstancias descentraron a Spieth, hasta tal punto de tener prácticamente perdido el torneo en el hoyo 13 –lo arrancaba con un golpe sobre el par en el día, a cuatro de Gillis-. Todos pensaban que se le habían acabado las pilas a Jordan. Y entonces se puso el mono de faena. Firmó cuatro birdies en los últimos seis hoyos para situarse en el coliderato junto a su compatriota y disputarle en un cara a cara el campeonato.
Spieth debía jugarse el torneo en el playoff, como hace dos años junto a David Hearn y Zach Johnson. Entonces el texano necesitó de cinco hoyos de desempate para deshacerse de sus perseguidores. este domingo solo le han hecho falta dos, porque en el segundo Gillis se encontró con el obstáculo de agua del 18 y decía adiós al torneo cuando lo había tenido prácticamente en sus manos.
Spieth repite título, suma su quinto título en el PGA Tour -cuarto de la temporada- y manda un aviso a sus rivales a solo una semana de la cita en St. Andrews. Y es que de conseguir la Jarra de Clarete catapultaría al jugador de 21 años al Olimpo del golf, un lugar con los grandes que no tardará mucho tiempo en ocupar.
En cuanto a la presencia española buena actuación la de Fernández-Castaño, que finalizó en el T28 con diez golpes bajo par gracias a una gran última ronda de -4.