Los deportistas deben hacer frente a multitud de obstáculos durante su carrera profesional. Nervios, tensión, competitividad… Y todo ello semana tras semana. Desde los círculos próximos a los jugadores existe la presión por ser el mejor, por conseguir la victoria todas las semanas y, si es posible, por convertir un birdie en los 72 hoyos de cada campeonato. Pero eso es imposible.
Durante una temporada se viven situaciones de lo más variopintas. Unas veces se está arriba y otras abajo; unas veces se consigue ganar y otras no se pasa el corte. De esto va la competición, un lugar donde todos luchan por lo mismo y todos quieren vender cara su derrota.
Y con ello los medios de comunicación, capaces de elevar a un jugador a los altares con sus halagos y buenas palabras o de condenar a otros al ostracismo con sus críticas y malos augurios. Así es como puede resumirse la rueda de prensa de Jordan Spieth del pasado martes en la previa del BMW Championship que se disputa en el campo de Conway Farms (Lake Forest, Illinois).
El actual número uno del mundo se mostró irritado con las constantes críticas a su juego desde los medios en las últimas semanas –no ha conseguido pasar el corte ni en The Barclays ni en el Deutsche Bank– y se mostró distante con los periodistas:
“Yo no estoy al tanto de lo que Joe, un hombre que está sentado en el sofá de su casa en Montana, puede opinar sobre mi juego, pero puedo llegar a entender que me pida más cosas de las que estoy ofreciendo. Al fin y al cabo yo me comporto de la misma manera con los equipos deportivos a los que sigo”, afirmó Spieth, molesto durante toda la comparecencia.
“En cuanto a los medios es diferente. Todos tienen su opinión y lo más difícil para mí es no reaccionar a eso. Hace dos semanas todo lo que leía y escuchaba decía que era el mejor golfista del mundo y que era impresionante. Después Jason Day consiguió ganar en The Barclays y para vosotros se convirtió en el mejor del mundo. Y entonces en el Deutsche Bank ganó Rickie. Ni siquiera hablaban de él en los medios, pero se transformó en vuestro jugador fetiche”, aclaró el texano.
“Ni antes era el mejor de la historia por haber conseguido dos Major ni ahora me voy a retirar por haber fallado dos cortes. Debe haber un término medio cuando se habla de alguien”, finalizó el deportista de 23 años, que debutará a las 18:53 hora española junto a Rickie Fowler y Jason Day.
Veremos si es capaz de canalizar esa rabia en la hierba. De ser así, las posibilidades de victoria subirían como la espuma.