Después de una semana perfecta sobre la hierba del Colonial, un campo que conoce a las mil maravillas, todos esperábamos ansiosos la conclusión del Charles Schwab Challenge con el triunfo de Jordan Spieth. El texano, que ha vuelto a recuperar la sonrisa después de una nefasta racha de resultados -llegó a situarse a comienzos de año bordeando el Top 100– venía de una victoria en abril en el Valero Texas Open y eran mayoría los que pensaban que el jugador de Dallas volvería a sacar músculo en casa. Sin embargo, y a pesar de arrancar con ventaja el domingo, una ronda atípica le acabó apartando del objetivo final.
Para que vean si fueron raros los últimos 18 hoyos del torneo no tenemos más que comparar la cartulina de Spieth con las recogidas en las tres primeras jornadas. Y es que, en los cuatro primeros hoyos, el ex número 1 del mundo ya había sumado más fallos que en las 54 banderas anteriores. Una situación que le hizo bajarse de un liderato que ya no volvería a recuperar en ningún momento. Ni siquiera en la parte final, cuando un bogey de Kokrak en el 16 le permitió quedarse a tiro de piedra de su compatriota. Pero un par en el 17 y un bogey en el 18 tras una bola al agua dieron al traste con cualquier opción de triunfo.
“Podría haber hecho un par hoy y haberme llevado el torneo. Sin embargo, desde el principio ha sido un comienzo realmente malo. He intentado sobreponerme a las adversidades, pero no ha sido suficiente”, señaló Spieth al término de su ronda. “He estado fuera de swing todo el fin de semana. Ha habido momentos en los que parecía que volvía a tener el dominio del palo, pero no ha podido ser. En este campo tienes que tener el control de los golpes y eso es lo que me ha faltado hoy”, confirmó el americano, que sacó una conclusión positiva. “No he sido tímido en ningún momento y he jugado con determinación, a pesar de que las cosas no estuvieran saliendo”, sentenció.
Jordan Spieth’s approach shot finds the water on 18. pic.twitter.com/qbEoQM1DQM
— PGA TOUR (@PGATOUR) May 30, 2021