Con la vista puesta en la Ryder Cup de Roma del año 2022, la Federación del país transalpino continúa poniendo encima de la mesa un billete tras otro para intentar que el territorio empiece a vibrar con la celebración de un evento cuya candidatura, recordemos, dejó fuera a aquella presentada por España y que tenía por sede el PGA Catalunya gerundense. Es por esto que en la hoja de ruta italiana se marcaron como objetivo primordial la celebración de un Open de Italia por todo lo alto. Y esta es la razón por la que desde hace tres años el abierto de este país se disputa bajo la bandera de la Rolex Series, tratando de reclutar para la causa a algunos de los mejores jugadores del combinado europeo.
A la vista está que van por el camino correcto cuando, a falta de todavía tres años para que tenga de nuevo lugar en Europa la cita bianual más importante en el mundo del Golf, algunos de los pesos pesados del equipo del viejo continente han dado el sí al Italian Open. El último en confirmar su presencia este mismo lunes ha sido el ex número 1 del mundo y campeón olímpico Justin Rose, quien forma de esta forma un triángulo de auténtico lujo junto al local Francesco Molinari y al danés Thorbjorn Olesen para dotar de pedigrí un evento que repartirá siete millones de euros en premios.
A nadie le pasa desapercibido el hecho de que estos tres golfistas jugaron un papel fundamental en el equipo de Thomas Bjorn para devolver la copa a Europa sobre la hierba de Le Golf National. Y Rose consiguió dos de esos puntos. “Estoy emocionado por volver a Italia, y a Roma en particular, que es una ciudad impresionante y un punto culminante para los jugadores”, afirmó a través de un comunicado el campeón del US Open del año 2013. “La historia y la tradición del Open de Italia hacen que este torneo sea muy especial y con la llegada de la Ryder en el año 2022, todavía más. Estoy emocionado por volver a jugar en octubre en Olgiata casi 17 años después en un momento tan diferente de mi carrera. Será una experiencia increíble”, sentenció.