No le hizo falta ni siquiera apretar. Justin Thomas (65 golpes, -27) tenía asegurado el triunfo desde la ronda sabatina y este domingo sobre la hierba del Waialae GC no ha servido para otra cosa que para rendirle homenaje como el jugador con mejor registro histórico en un torneo a 72 hoyos del PGA Tour. El joven deportista de Louisville (Kentucky) no había vivido una ronda tan tranquila en toda su vida. En ningún momento nadie puso en duda su triunfo, ni siquiera Justin Rose (64 golpes, -20), que se subió al segundo cajón del podio tras entregar una de las mejores cartulinas del día, y se corona por segunda vez en este 2017.
Dos de dos. Avisábamos antes del comienzo del SBS Tournament of Champions que Thomas podría ser el tapado de este año… y vaya si lo está siendo. El estadounidense dominó el campeonato de principio a fin desde que el jueves pusiera patas arriba Hawái con su histórico 59 y estos últimos 18 hoyos han sido de mero trámite. Un simple formalismo que le ha servido para seguir sumando récords a su ya repleta mochila. Y eso que el día de hoy comenzó como ninguno de los anteriores, con ningún birdie en las siete primeras banderas y con un solitario bogey.
Sin embargo, pronto le dio la vuelta a la tortilla y con seis birdies sin fallos en sus once últimas banderas colocó unos guarismos que tardaremos tiempo en verlos sobrepasar, al mismo tiempo que le pegaba un bocado al primer puesto en la carrera de la FedEx Cup que ocupaba Hideki Matsuyama. El madrileño Gonzalo Fernández-Castaño (69 golpes, -5) se rehízo de los problemas con los que terminó el sábado sus 18 hoyos y, con tres birdies y dos bogeys, se acabó situando en el T63 para sumar los primeros 12840 dólares del año.