Sin lugar a dudas fue el nombre de la jornada sobre la hierba de Muirfield. Martin Kaymer dio una auténtica exhibición con todos los palos de su bolsa, consciente de que esta semana tiene una gran oportunidad de volver a meterse entre los mejores jugadores del planeta. Y no hay mayor prueba de ello que lo que consiguió en el hoyo 9, donde conectó un tremendo golpe desde el centro de la calle y a 132 yardas de bandera para dejarse dado el birdie y subir a lo más alto de la tabla.