Muchos y muy variados golpes se dieron durante la segunda jornada del RSM Classic, pero si hay uno que destacó por encima de todos fue el llevado a cabo por Keegan Bradley en el hoyo 11, toda vez que el estadounidense viniera de cometer un bogey que le había obligado a quedarse con el par en el día. Y es que el jugador de las barras y las estrellas aprovechó este par 4 para llevar a cabo un golpe de aproximación tremendo desde la parte izquierda de la calle -y desde 115 yardas, todo sea dicho- para anotarse el eagle y permitirle acercarse de nuevo entre los diez mejores.