Desde los primeros compases del domingo se pudo ver a un Kevin Na más serio de lo habitual. Y es que el risueño jugador norteamericano estaba concentrado en lograr su tercera victoria de la gira en el Charles Schwab. Un hecho que se puede apreciar hasta después de conseguir el mejor golpe del día, un putt preciso desde más de diez metros que se coló por todo el centro para aumentar la distancia con sus perseguidores y que a la postre resultó definitiva.