Anduvo cerca, pero un flojo inicio le privó al español de disputarle el triunfo al surcoreano. Los cuatro golpes con los que partía de ventaja Kim (-21) al comienzo de la jornada fueron un lastre para Cabrera-Bello (-16), que vio cómo nada más echar a andar el partido estelar la renta se iba por encima de los seis golpes y con ella toda posibilidad de acudir a los PlayOffs de la FedEx Cup. De este modo, el joven golfista asiático se lleva su primera victoria en el circuito y un récord para la posteridad: a sus 21 años se ha convertido en el jugador no estadounidense más joven en ganar en el PGA, superando por solo un par de meses a Seve Ballesteros.
La diferencia en la tabla puede parecer sustancial, pero lo cierto es que hubo de todo este domingo. Birdies, bogeys, golpes sencillamente espectaculares –no se pierdan la sacada de bunker de Rafa en el par 5 del hoyo 15– y hasta un inciso para esperar a que se alejara la tormenta eléctrica de este Sedgefield CC situado en Greensboro (Carolina del Norte). Restaban dos hoyos cuando se produjo el parón, aunque para aquel entonces Kim ya había dejado visto para sentencia el torneo.
El surcoreano se dejó los deberes hechos en sus primeras nueve banderas, en las que cuatro birdies le colocaban con -22 en su casillero global, siete golpes por encima de Hideki Matsuyama (-15) y Brandt Snedeker (-15), líderes en Casa Club, y seis por encima de Cabrera-Bello que, como ya hemos comentado, no tuvo su mejor inicio con tres bogeys y solo un birdie. Pero Kim se empeñó en darle emoción al asunto y cometió tres bogeys prácticamente consecutivos en el 10, 13 y 14 para quedarse a solo tres de Luke Donald (-16), quien se había colado en la parte alta. Puro espejismo. A partir de este momento se acabaron los fallos y con ellos las esperanzas de tener un final igualado.
Kim se bautiza en el PGA y Rafa Cabrera-Bello, con su T5, deberá esperar al próximo año para seguir enfrentándose a los mejores jugadores del planeta al otro lado del charco. De momento seguro que va a seguir disfrutando de lo conseguido este curso, que le ha traído muchas emociones fuertes –y eso que todavía no ha acabado-.