Hacía mucho tiempo que no veíamos una última jornada de un torneo del PGA Tour tan competida. Y es que, si hace 24 horas les comentábamos la igualdad reinante que se estaba produciendo en La Quinta -con más de una veintena de jugadores en apenas cinco impactos-, este domingo se produjo por fin la ruptura con las diferencias exiguas y desde el comienzo del día se nos quedó un impresionante duelo entre cuatro jugadores que nos mantuvo en vilo hasta los últimos segundos del American Express.
Así, Si Woo Kim (64 golpes, -23), Patrick Cantlay (61 golpes, -22), Cameron Davis (64 golpes, -20) y Tony Finau (68 golpes, -19) se citaron en el Stadium Course con un título en juego y las sensaciones de intentar aprovechar sus primeros 54 hoyos para coger impulso de cara a las últimas 18 banderas. Y como si de un guion de cine se tratara, a estos cuatro les sonrió la fortuna desde los primeros compases. Fue Finau el que dio un golpe encima de la mesa nada más comenzar, con dos birdies en el 1 y el 2 que le dieron la posibilidad de alcanzar el liderato.
Sin embargo, su larga sequía hasta el siguiente birdie -no lo consiguió hasta el 8– unido a una segunda parte de recorrido en la que fue intercalando aciertos y errores, acabó dando al traste con sus intentos de retener el liderato y dejó sólo a los otros tres competidores. Una triple entente en la que destacó por encima de los demás Patrick Cantlay -el gran favorito para las casas de apuestas de Las Vegas-. El deportista californiano vivió una ronda final sublime, con un acierto espectacular en todas las facetas del juego que lo llevó a firmar una cartulina con once birdies sin errores que, sin embargo, no fue suficiente para permitirle alzar su cuarto título en la gira.
Este privilegio le acabó correspondiendo al surcoreano Si Woo Kim, que hizo buenos los cuatro impactos de ventaja que llegaba a este día final con respecto a Cantlay para triunfar por tercera vez en el PGA Tour. Ocho birdies sin errores elevaron su tarjeta al -23 y le facilitaron la tarea de defender con uñas y dientes el primer lugar que se había ganado con todo merecimiento el día anterior.
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