Esperemos que no tenga que lamentarse Kisner de la gran oportunidad que perdió el sábado para encarrilar su primer Major. El jugador estadounidense, que partía desde la primera plaza junto al japonés Hideki Matsuyama, se mostró muy comedido a la hora de atacar la bandera… y lo puede pagar caro. Y es que el sábado era la hora de los valientes, de dar un golpe sobre la mesa y dejar visto para sentencia el PGA Championship. Pero prefirió ir a lo seguro.
Aprovechó los pares cinco y el par 4 corto del 14, pero poco más. Un error en el 12 y una desordenada entrada y salida de la Milla Verde le puede costar muy caro. Porque sí, sigue manteniendo el liderato –esta vez en solitario-, pero ha perdido un golpe respecto a la segunda jornada y ha dejado la batalla por el último Major del año muy abierta.
Hasta once jugadores se han colocado en apenas cinco impactos de distancia, una diferencia muy salvable como ya hemos sido capaces de ver estos días. Hagan juego.