Para la gran mayoría de los mortales el éxito es algo efímero, una suerte que vale la pena aprovechar por si no se vuelve a tener la oportunidad de coquetear con los triunfos. Sin embargo, existe otra clase de personas que es capaz de ganar con bastante frecuencia y, pese a lo longevo de sus victorias, nunca están contentos y siempre quieren más y más. Es la explicación perfecta de la célebre frase de que nunca llueve a gusto de todos. Y hace unas horas lo hemos visto ejemplificado en la figura de la neozelandesa Lydia Ko, actual número uno del mundo del golf femenino, que ha despedido a su caddie pese a los grandes resultados del presente año.
Salir victoriosa en el Kia Classic, el Walmat NW Arkansas Championship, el Marathon Classic y el Ana Inspiration –segundo Major de su carrera-, además de una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Rio, no parece haber sido suficiente para la deportista nacida en Seúl que, a sus 19 años, ya ha llegado a la cifra de 19 victorias como profesional -14 en el LPGA, incluyendo dos Grandes y 5 en el Ladies European Tour-. Unos datos que meten miedo a sus rivales y que, de seguir a este ritmo, podría coronarla como una de las mejores golfistas de toda la historia.
Es por esto que no se puede permitir el más mínimo fallo y, tras una mala racha de tres semanas (¿?), en las que ha firmado un T43, un T20 y un T51, le ha llevado a cortar por lo sano y sondear el mercado en busca de un nuevo acompañante. “Todo lo que Lydia me dijo es que quería una visión diferente de las cosas”, afirmó su ya ex caddie, Justin Hamilton, en una reciente entrevista concedida a Golfweek. “Después de 26 años en esto no hay nada ya que me sorprenda, así que intentaré pasar página rápido y volveré a Kuala Lumpur para intentar ayudar a otra persona a perseguir su sueño”, sentenció. Y esa persona será la surcoreana Ha Na Jang, actual número 8 del mundo.
No es la primera vez que Ko peca de intransigencia a la hora de contratar a quienes le llevaran la bolsa. Hay que recordar que en 2013, en su etapa de rookie, la estrella oceánica pasó por las manos de hasta ¡7 caddies en el mismo año! Incluyendo a su padre y a Mike “Fluff” Cowan, la primera persona que acompañó a Tiger por el PGA a finales del siglo pasado. Nada mal pese a no haber llegado todavía a la veintena de edad.