¿Qué le ocurre a Brooks Koepka? Esta es una pregunta que volvió a salir a la luz esta pasada semana con motivo del Sentry Tournament of Champions, campeonato que abrió el año 2018 en el PGA Tour. Y es que al jugador estadounidense parece que no le ha sentado nada bien el descanso desde que en el ecuador de noviembre se hiciese con la victoria en el Dunlop Phoenix Tournament del Japan Golf Tour. A partir de aquí, el actual número 8 del mundo nos ha mostrado una imagen que nunca antes habíamos visto en los dos eventos que ha disputado con campo restringido.
Tanto en el Hero World Challenge como en el evento hawaiano hemos podido ver a un Koepka abatido, sin ritmo de juego, muy diferente de aquel jugador que hace solo unos meses conquistaba el US Open o, sin echar tanto la vista atrás, quedaba a rebufo de Justin Rose en el HSBC Champions. En sendos torneos el estadounidense ha cerrado la clasificación, a mucha distancia de los primeros puestos -sin ir más lejos en Kapalua se ha quedado a 37 impactos de Dustin Johnson-. Pero al menos ya sabemos por qué.
El origen está en una lesión en una de sus muñecas, como reconoció él mismo el domingo tras finalizar con 75 impactos su participación en el torneo: “Todavía no he conseguido minimizar el dolor. No sé ni cuándo ni cómo me lo hice, pero os aseguro que no es nada divertido. Nadie ha logrado darme una respuesta a lo que me pasa”, aseguró el jugador de 27 años.
“No hay momento en que no me duela cuando hago el swing. El miércoles me dolía a rabiar y, a pesar de que he conseguido aguantar, no es agradable. Siento como si alguien me estuviera pinchando con un cuchillo en la muñeca y en las manos”, lamentó.
Ahora tendrá por delante tres semanas de descanso antes de jugar de manera consecutiva en Phoenix y en Pebble Beach. Esperemos una pronta recuperación del bombardero del Team USA.