Cada semana que pasa se empiezan a confirmar los peores pronósticos para el jugador norteamericano, del que a principio de mes informábamos que se había lesionado y que tendría muy complicado llegar al Masters de Augusta, primer Major de la temporada. Koepka, quien parecía que volvía a emprender el vuelo con su victoria en el Phoenix Open y el subcampeonato en el WGC-The Concession, se dio de bruces con una inesperada lesión en su rodilla derecha que le ha hecho apartarse de la competición desde finales de febrero y todo apunta a que su ausencia será más prolongada de lo que cabría esperar en un principio.
La liebre saltó este mismo domingo, cuando el joven deportista de las barras y estrellas subió un conjunto de fotos a Twitter en las que se le podía ver con la rodilla derecha vendada e incluso con muletas. En ese mismo momento los medios de comunicación pasaron a la acción y el primero que pudo hablar con él fue Golfweek, a quien le confirmó que el pasado 16 de marzo se sometió a una operación en su rodilla para tratar de recuperarse de sus dolencias. “Desconozco si podré estar en Georgia. Escucharé a mi cuerpo, sea lo que sea que me diga”, analizó el exnúmero 1 del mundo sobre su participación en el Masters.
A pesar de que su agente, Blake Smith, informó a los medios cuando anunció que el golfista no participaría en el PLAYERS de que proporcionaría más información de la lesión cuando tuvieran el diagnóstico definitivo, lo cierto es que ha tenido que ser el propio Koepka el que confirmara que sufre “una dislocación de la rótula derecha y daño en el ligamento”. Un contratiempo cuyo tiempo de recuperación dependerá de la mejoría en la extremidad y que provocará que BK vuelva a empezar de cero para volver a alcanzar su nivel.
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