A pesar de que el pasado 21 de junio nos congratulamos de que Brooks Koepka, ex número 1 del mundo, consiguiera una excelente séptima plaza en el RBC Heritage -su mejor resultado en más de un año-, lo cierto es que ha parecido ser un oasis en este desierto en el que se ha convertido su lesión de rodilla. El estadounidense, que no hizo el corte en el Workday Charity Open, firmó un discreto Top 62 en el Memorial después de un fin de semana en el que se apuntó en la tarjeta 73 y 80 golpes. Un resultado en el que tuvo gran protagonismo Muirfield Village.
El complejo de Ohio, tal y como reconoció el propio jugador en la rueda de prensa posterior a su ronda del domingo, ha sido el primer campo de entre todos los que ha pisado desde su operación de rodilla que se encuentra en un terreno montañoso, lo que le ha influido sobremanera en su actuación: “La verdad es que ir cuesta abajo me ha costado un poco, mucho más que cuesta arriba. No obstante, el domingo realmente me sentí bien. Trabajé bastante con mi fisio Marc Wahl durante toda la semana y la verdad es que he notado mejoría”, añadió.
Ahora bien, el hecho de disputar durante dos semanas seguidas un campo con tantos desniveles como Muirfield Village parece estar detrás de la sobrecarga en su articulación: “No pensé que me fuera a afectar tanto, pero quizá el hecho de someterla a tanta presión durante tantos días de manera consecutiva ha acabado por fatigarla. Aunque la verdad es que siento que está mucho mejor que hace unos meses”. Una circunstancia que habrá que tener muy en cuenta de cara a futuras citas en complejos en los que las subidas y bajadas estén a la orden del día.