El grancanario, salvo milagro mayúsculo, será el único jugador nacional que saldrá en la jornada del movimiento a la hierba del Shinneock Hills después de que el castellonense y el vizcaíno se fueran el viernes sin conocer el acierto
Pocos podían llegar a imaginar a comienzos de semana que a estas alturas estaríamos contando que solo un jugador de la Armada pasaría al fin de semana, pero así es. Y es que, aunque todavía no es definitivo, solo un milagro de magnitudes bíblicas podría hacer que Sergio García (79 golpes, +14) y Jon Rahm (77 golpes, +15) participaran en el fin de semana del US Open después de las dos vueltas que tanto el castellonense como el vizcaíno han ofrecido esta mañana de viernes en Nueva York.
No ha sido la semana de ninguno de los dos en Shinnecock Hills, eso es evidente. Si el jueves sufrían las inclemencias del intrincado recorrido de la USGA, este viernes se han llevado la puntilla con sendas rondas en las que no conocieron el acierto –siete bogeys y un doblebogey García y siete bogeys Rahm– para irse a la cola de la clasificación y casi certificar una de las grandes decepciones de la temporada.
Por suerte, Rafa Cabrera-Bello (71 golpes, +4) sí que estará con toda seguridad el sábado después de entregar una cartulina con un golpe por encima del par del campo. Eso sí, el comienzo distó mucho del final. El grancanario llegó a empezar con tres birdies sin error en los nueve primeros hoyos que lo colocaron quinto en solitario. Sin embargo, tras el cruce no volvió a conocer el acierto y dos bogeys y un doblebogey le dejan a estas alturas bordeando el Top 30 del campeonato.
Mención aparte merece Dustin Johnson (67 golpes, -4), quien ha vuelto a derrotar al complejo neoyorquino para establecer un cómodo colchón de golpes en la general y postularse como el máximo favorito a reeditar el título que ya logró en 2016 en Oakmont.
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