Afrontábamos con muchas ganas el debut del cuarteto español este jueves en el PGA Championship, pero lo cierto es que el nos ha dejado bastante frío una vez se han disputado los primeros 18 hoyos. El viento hizo acto de aparición en el turno de tarde lo que, unido al escaso acierto de la Armada durante muchos minutos de la ronda, ha provocado que ningún español haya conseguido vencer al TPC Harding Park en estas primeras horas sobre su superficie. Pero no hay que echarse las manos a la cabeza. Esto es muy largo y va a dar tiempo para todo.
Si no que se lo digan a Jon Rahm (70 golpes, Par), nuestro mejor hombre el jueves, que durante varios momentos de la primera parte de su recorrido parecía cerca de irse del torneo. El León de Barrika acumuló dos bogeys sin aciertos en la primera parte de la ronda que lo obligaron a poner en marcha la maquinaria de forma abrupta. Así, llegó su primer birdie en el día en el 7 después de una bandera jugada a la perfección con una gran salida de casi 300 yardas con la que dejó la bola a escasos 45 metros de bandera. Desde allí, un sutil toque le brindó la oportunidad de dar carpetazo al hoyo con un birdie de un metro y medio.
Sin embargo, Jon seguía sin estar cómodo sobre el campo y a las pruebas nos remitimos después de marrar en el green desde una distancia de dos metros para hacer el par en el 9. El vizcaíno se enfrenaba así a los segundos nueve hoyos con la obligación de sacar algún acierto para no verse obligado a una proeza el viernes. Y estos llegaron en el 10 y el 16 lo que, junto a la ausencia de bogeys, propició que se fuera al par total al Top 48, a cinco impactos de los líderes Jason Day (65 golpes, -5) y Brendon Todd (65 golpes, -5).
Algo peor le fueron las cosas al resto de la expedición española en este primer y único Major del curso. Y es que en estos momentos sólo Jon haría el corte del evento después de que tanto Rafa Cabrera (72 golpes, +2), Sergio García (73 golpes, +3) y Jorge Campillo (74 golpes, +4) llenaran sus vueltas de errores en la primera parte de su recorrido y no supieran ponerle remedio suficiente en las nueve segundas banderas.