A pico y pala y con muchísimo sufrimiento, pero tanto Jon Rahm (70 golpes, -1) como Sergio García (72 golpes, +1) pudieron presumir tras la disputa de esta primera jornada del Genesis Invitational de haberse marchado del icónico Riviera CC sin haber mermado en demasía las oportunidades que tienen de estar el fin de semana. Eso sí, costó un mundo y tuvimos que esperar muchos minutos para vislumbrar sus nombres fuera de la zona más peligrosa -de hecho, el deportista de Borriol entregó una cartulina con guarismos positivos-. En definitiva: sólo la ronda del viernes dictará sentencia para ver si podemos contar con la Armada al completo de cara a los dos últimos días.
Empecemos con el vizcaíno que, pese a sufrir uno de los días más frustrantes de su carrera en unos greenes del PGA Tour, acabó sacando la ronda adelante gracias a su tenacidad y su enorme insistencia. Y eso que le costó muchísimo despegar, pues no fue hasta la segunda parte del recorrido cuando el León de Barrika deshizo el Par que hasta ese momento había campado en su marcador. Antes de esto, Jon había salido con un bogey de su primera conexión con el Riviera CC. Era el hoyo 10 -su primero del día- y, aunque todavía quedaba un mundo por delante, ya veíamos los primeros indicios de que esta ronda no iba a ser una ronda más.
Para que se hagan a la idea, Rahm no encontró el camino del birdie hasta la séptima bandera de la jornada. Fue en el par 3 del 16, donde un grandísimo disparó dejó la bola a poco más de dos metros del agujero. Desde ahí, el español realizó un buen putt con el que volvió a colocar su cartulina en tablas. Y cuando todos esperábamos que este momento le hiciera cambiar el chip de su cartulina, llegó la nada. El vizcaíno lo intentaba, pero los aciertos le eran esquivos y no fue hasta el 7, su antepenúltima bandera, cuando pudo colocarse por primera vez en números rojos con la ayuda de un purazo por encima de los diez metros.
Desde aquí se sitúa en el Top 34, tres golpes por detrás de la zona noble de la tabla y a seis de un Sam Burns (64 golpes, -7) que se ha convertido en el primer líder del campeonato tras un buen día con un eagle, siete birdies y dos bogeys. Sergio, por su parte, tendrá que darlo todo en unas horas si quiere seguir formando parte del campo, pues su actual resultado lo deja en tierra de nadie. El jugador de Borriol, que fue capaz de sobreponerse a un inicio de día marcado por los dos bogeys sin aciertos de las nueve primeras banderas, le llegó a dar la vuelta a la situación con un enorme eagle en el 10 -una sacada de bunker brutal- y un birdie en el 11.
Sin embargo, cuando todo parecía encauzado, dos errores en el 13 y el 14 lo situaron con +1 y con la obligación de tener que realizar un buen día si no quiere marcharse de Los Ángeles a las primeras de cambio.