A pesar de que la Armada lo ha intentado por todos los medios posibles, lo cierto es que el inicio del WGC-HSBC Champions nos ha dejado con el amargo sabor de no poder ver a ninguno de los tres españoles con una cartulina en negativo tras los 18 primeros hoyos del torneo. Una situación que obliga a los nuestros a situarse en la parte baja de la tabla, una zona desde la que intentarán forzar la maquinaria el viernes para dejarse un fin de semana con posibilidades de éxito sobre la hierba del Sheshan International chino.
De hecho, el mejor español en el debut del evento ha sido Sergio García (72 golpes, Par), único español que ya sabe lo que es ganar aquí. El castellonense, que arrancó por el tee del hoyo 10 junto a Im y Reed, ha evitado los guarismos en positivo después de una ronda con dos birdies y otros tantos bogeys que lo dejan en estos momentos lejos del local Haotong Li (64 golpes, -8), que se ha convertido en el primero líder en Casa Club tras una auténtica exhibición con un eagle, siete birdies y tan sólo un error.
Peor le han ido las cosas a los otros dos españoles que han salido este jueves a una de las últimas grandes citas del año en el calendario golfístico. Y eso que, por ejemplo, Rafa Cabrera Bello (73 golpes, +1) se supo reponer a la perfección de un inicio dramático con cuatro bogeys sin birdies en los nueve primeros hoyos.
El grancanario salió a por todas una vez hecho el cruce y los birdies en el 2, 3, 6 y 7 lo colocaban en una magnífica situación pala luchar incluso para irse por debajo del par. Pero entonces llegó un nuevo bogey en el 9 y toda esperanza de acabar en rojo se fue al traste. Misma situación que la vivida por Jorge Campillo (73 golpes, +1), al que le costó entrar en calor después de los tres errores consecutivos en el 9, el 10 y el 11. Por suerte, el cacereño despertó a tiempo y dos aciertos en el 14 y el 16 le permiten darse un margen de confianza para la ronda de viernes.