Pasará mucho tiempo hasta que volvamos a presenciar en el PGA Tour una ronda con tanto desatino por parte de los miembros de la Armada. Y es que a estas alturas, y tras 18 hoyos disputados, sólo un giro de 180 grados podría hacernos contar con algún representante en el fin de semana del Wells Fargo. Un torneo al que han acudido tanto Jon Rahm (76 golpes, +5) como Rafa Cabrera Bello (74 golpes, +3) y que lo más normal sería que, vista su participación este jueves, pusieran el punto final en apenas unas horas a su aventura en el Quail Hollow Club de Charlotte.
Sorprendente a todas luces ha sido la vuelta llevada a cabo por el vizcaíno, quien en el turno de mañana ha comprobado cómo de cruel puede ser esto del Golf. El León de Barrika, que apenas ha pasado del cincuenta por ciento de calles cogidas y de greenes en regulación, se las ha visto desde los primeros instantes con el fantasma de los errores. Así, ya en el 12 -empezó su vuelta por el 10– se apuntó el primer bogey que, aunque corrigió con un acierto en el 14, hizo de antesala a una parte en la que no le salió absolutamente nada.
Del 16 al 1 cometió cuatro bogeys de manera consecutiva que lo retrasaron enormemente en la clasificación. Una situación que, aunque intentó mitigar con los aciertos en el 2 y en el 4, se volvió insostenible tras fallar nuevamente en el 3, el 7 y el 8. De este modo, JR se desliza hasta uno de los últimos lugares y se deja el corte virtual entre cuatro y cinco impactos si no quiere abandonar el complejo a las primeras de campo. Una situación muy parecida a la que vivió Rafa, al que una vuelta con un birdie y cuatro bogeys lo sitúan con +3.
En el otro extremo de la clasificación nos encontramos a Phil Mickelson (64 golpes, -7), que está dispuesto a ganarse por méritos propios su presencia en Torrey Pines para la disputa del US Open de junio. El jugador de San Diego firmó una tarjeta con ocho birdies y un único bogey y ya es líder en solitario del evento, dos golpes por encima de su compatriota Keegan Bradley (66 golpes, -5) y del surcoreano Kyoung-Hoon Lee (66 golpes, -5).