La Armada ha comenzado dando guerra, mucha guerra en el China Open, evento que en sus 23 años de historia ningún español ha conseguido levantar el trofeo que le acredita como campeón pero que en este 2018 algunos de esos miembros se han propuesto cambiar la historia y ganar a los pies de la Gran Muralla china.
Es el caso de Nacho Elvira quién arrancará el fin de semana desde el segundo puesto tras entregar el cuarto mejor resultado del día, un 67 (-5) que solo fue superado por los 64 del australiano Jason Norris y los 66 del estadounidense Sihwan Kim y del coreano Jeunghun Wang.
El cántabro arrancaba su segunda ronda como una moto, anotando birdie en cada uno de los hoyos entre el 3 y el 6 del TopWin G&CC chino, luego vendría unos dientes de sierra en el que se alternaron los bogeys y los birdies para rematar el día con otro birdie en el 18 y subir el -8 hasta su casillero para quedarse a un solo golpe de la cabeza.
Pero el cántabro, tercero en el pasado Open de España, no se encuentra solo en la zona noble del evento ya que otros dos españoles, Jorge Campillo y Adrián Otaegui comparten el Top 5 junto a otros dos jugadores, el coreano Soomin Lee y el francés Julien Guerrier.
El extremeño después de anotar 68 golpes, un golpe menos que el donostiarra (69) tras realizar seis birdies por tan solo dos bogeys, mientras que Otaegui se iba al hotel con cinco aciertos y dos errores.
Quienes también lograron superar el corte en Pekín fueron Pablo Larrazábal (69, -5 en el acumulado) y el subcampeón la pasada semana en Marruecos Álvaro Quirós (71, -1), jugadores que afrontarán el fin de semana desde el puesto 15 y 22, respectivamente con también opciones de triunfo de cara al domingo.
La nota negativa de este viernes vino a cargo de Carlos Pigem, el ilerdense fue el único español de los seis en el campo que tuvo que hacer prematuramente las maletas. Lidera en solitario con -9, Matt Wallace inglés que comenzaba la jornada desde la segunda posición.