Sabemos que a toro pasado las cosas se ven de diferente manera, pero lo cierto es que desde los primeros golpes que dieron los nuestros en este PGA Championship ya podíamos intuir que en lo íbamos a pasar mal en el segundo Major del curso. Primero, porque las sensaciones no eran buenas; segundo, porque de los cinco jugadores nacionales con los que contábamos a comienzos de semana tan solo Jon Rahm había conseguido escapar de los guarismos en positivo. Pero la realidad es que, las ilusiones que nos habíamos hecho con respecto a que el vizcaíno pudiera dar este viernes un salto cualitativo en la clasificación se vinieron abajo en un abrir y cerrar de ojos.
Cinco bogeys sin aciertos en la primera parte del recorrido comenzaban a dibujar la tragedia y los segundos nueve hoyos no hicieron más que confirmarlo. Pues a pesar de los birdies en el 10 y el 11 dos nuevos errores en el 4 y el 7 lo colocaron definitivamente con el +5, lejos de toda posibilidad de continuar en el torneo el fin de semana. Y no solo eso, sino que a la misma hora que el León de Barrika se despedía del evento también lo hacían Adrián Otaegui y Jorge Campillo, que no se sintió cómodo en ningún momento.
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El único que parecía librarse de la quema era Rafa Cabrera, que fue el único en entregar una tarjeta por debajo del par del campo -la única entregada por la Armada en estos dos días-. Aun así, el +4 que presentaba lo dejaba todavía todo en el aire a la espera de lo que sucediera en un turno de tarde con el único atractivo por lo que a nosotros respecta de poder ver si Sergio salvaba los muebles de la Armada. Nada más lejos de la realidad. El castellonense volvió a cometer los mismos errores desde el tee que lo condenaron el jueves (al igual que el poco acierto en los greenes) y en ningún momento contó con posibilidad alguna de hacer el corte, lo que deja en siete -y subiendo- los Grandes consecutivos en los que ha perdido el corte.
Así pues, los resultados en el turno de tarde acabaron jugando a favor de Rafa y el grancanario será nuestro único representante en un tercer día de competición que contará con el aliciente de ver hasta dónde es capaz de llegar Koepka.