Se aceptan por tradición -desde 1915-, pero las cestas de mimbre que coronan las varillas que señalan los hoyos ya han sido criticadas. Se colocaron en su día para no ser zarandeadas por el viento, de color rojo para los primeros nueve hoyos y ahora naranjas para los segundos para ver mejor a lo lejos. Algunos golfistas opinan que el trapo ayuda a ver la dirección e intensidad del viento sobre los greenes. Pero ya se sabe, la tradición es la tradición y las cestas están igual para todos.





