La física no engaña: en Ciudad de México vimos algunos de los drives más largos de la temporada

La diferencia en cuanto a la altitud provoca que una menor resistencia del aire y, por lo tanto, menos dificultad para recorrer distancias

Si algo fuimos capaces de aprender en el pasado LIV Golf México City es que, a mayor altitud, más lejos llegan las bolas después de un disparo. Esto es así debido a la menor densidad del aire y, por lo tanto, una menor resistencia de este. Una circunstancia que se une a la de que, al tener una presión atmosférica más baja, la bola mantenga por más tiempo la velocidad inicial. Por poner un ejemplo, entre Madrid y Ciudad de México -unos 1500 metros de diferencia en cuanto a altitud-, la diferencia de un drive de 200 metros sería de entre 206 y 215 metros en el país azteca.

Una clase de física de la que fuimos testigos con algunos de los mejores pegadores del planeta, pues los DeChambeau, Rahm y compañía demostraron cuán fácil era para ellos alcanzar un green a 365 metros.

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