Una semana aparentemente neutra en la que apenas íbamos a vivir cambios en la clasificación mundial se ha acabado transformando en una de las semanas más felices de este 2019 para la Armada. Sobre todo, para Pablo Larrazábal, al que su victoria en el Alfred Dunhill le ha reportado una fuerte escalada en la tabla. El barcelonés sufrió de lo lindo el domingo para conseguir el triunfo sobre la hierba de Leopard Creek, pero todo esfuerzo tiene su recompensa. Y la del español llegó en forma de ascenso meteórico hasta el 156º lugar, ganando más de cien posiciones y quedándose como el sexto mejor español del ranking.
Una victoria que ha llegado justo a tiempo para evitarle cerrar el peor año en la tabla global desde 2010, cuando los once cortes perdidos en los 29 torneos disputados lo dejaron en el 365º lugar del planeta llegado el 31 de diciembre. Larrazábal arrancaba el torneo en el 261er puesto, aunque el nivel demostrado esta semana le ha permitido encarar unas Navidades al cien por cien de confianza y, lo que es más importante, con la seguridad de tener el puesto de trabajo asegurado hasta dentro de un par de temporadas.
Aunque la del catalán no ha sido la única subida española en una semana que nos sigue dejando a Jon Rahm cerrando un Top 3 que completan Brooks Koepka y Rory McIlroy, por ese orden. Y es que el divisor entre torneos jugados y puntos ha posibilitado que Sergio García haya ganado dos posiciones y pase del lugar 37 al 35. Por otra parte, Rafa continuará siete días más en el 39º puesto, mientras que Jorge Campillo sigue agarrándose con uñas y dientes al Top 100 para ocupar el escalón número 95.