Siempre que habla una leyenda es conveniente escucharla. Sobre todo cuando ha sido uno de los mejores de su época y conoce el panorama actual de cabo a rabo. Es por esto que se hace tan necesario prestar atención a las palabras de todo un triple ganador del US Open como Hale Irwin que, en una entrevista telefónica concedida a GolfDigest tras la finalización del US Open, quiso felicitar a Bryson DeChambeau por el triunfo pero mandando un serio aviso acerca de los peligros de fomentar el Golf de potencia que estamos viendo en la actualidad.
“Fue una actuación dominante. ¿Cómo no estar impresionado con lo que hizo? De lejos fue el mejor”, comenzó afirmando un jugador que acumuló 83 triunfos durante toda su carrera, además de triunfar en la conocida como “masacre de Winged Foot” en 1974. “Sin embargo, hubo algo que me alarmó: parecía que no pasaba nada si los jugadores no conseguían coger las calles desde el tee de salida. Eso, en 1974, le hubiera costado a cualquier jugador un gran disgusto”, comentó el norteamericano.
“El rough parecía que iba a causar muchos problemas esta semana, pero no lo fue tanto porque podías ver a cualquiera sacando la bola y llevándola al green. Es una sensación muy extraña. En el Golf sólo hay dos ingredientes: la distancia y la dirección. Y hoy por hoy podemos decir que la distancia ha desplazado a lo grande a la dirección”, argumentó el hoy deportista de 75 años.
“Con esto no le quiero quitar ningún mérito a Bryson, pero tenemos que poner ciertos límites a la tecnología de la bola y los palos o perderemos nuestra conexión con épocas anteriores. Siempre pensé que parte del atractivo del Golf es que, independientemente de la tecnología, puedes comparar a Bobby Jones con Ben Hogan, Jack Nicklaus o Tiger Woods. Necesitaríamos, tal vez, detenernos y pensar en lo que queremos que sea el futuro. ¿Qué es lo mejor para el juego? Deberíamos planteárnoslo”, sentenció.