Sí, lo sabemos, queda un mundo para entonces, pero nunca está de más contar con algo de previsión. Y como los grandes circuitos no quieren pillarse los dedos -máxime cuando todo ha dado un volantazo con la incorporación a los calendarios de los principales circuitos del torneo de los Juegos Olímpicos-, no es raro que salgan a la palestra para pregonar a bombo y platillo campeonatos que tendrán lugar a diez años vista.
En esta ocasión ha ocurrido con la Ryder Cup, evento entre eventos de este nuestro deporte. Y es que la PGA de América anunció hace unas horas a través de sus redes sociales que ya tienen prevista qué sede dará la bienvenida a Estados Unidos y a Europa en la edición del 2028 sobre suelo norteamericano. Y sí, es una vieja conocida. Se trata de Hazeltine, lugar de infausto recuerdo para el combinado capitaneado por Darren Clarke.
Fue en este escenario donde tuvo lugar el último capítulo de este célebre evento y donde el Team Europe cosechó su primera derrota de la década -el viejo continente acumulaba tres triunfos seguidos- y la segunda en lo que va de siglo -y, hablando de todo un poco, donde comenzó a verse un cambio en el comportamiento de los aficionados, que dejaron de lado el FairPlay reinante en este deporte para comportarse como verdaderos hooligans-.
Pero la elección no ha sido fruto tan solo de los grandes recuerdos para el combinado capitaneado por Davis Love III. El complejo situado en Minnesota es todo un campazo, que ha llegado a ser sede en dos ocasiones del US Open (1970 y 1991) y otras tantas del PGA Championship (2002 y 2009). De este modo, los americanos ya han cerrado sus campos hasta el año 2032, con la visita a Whistling Straits en 2020, a Bethpage en 2024 y la del Olympic Club en 2032.