La organización apuesta por la idea de retrasar un año las rotaciones para que el Old Course continúe siendo la sede de la edición 150

Desde que tuviera lugar la cancelación del Open Championship 2020 se ha hecho el silencio en la R&A, organismo encargado de la organización del Major. Un mutismo que se ha prolongado hasta hace algunas horas, cuando uno de los órganos rectores del Golf a nivel mundial ha dado a conocer que tanto Royal Liverpool como Royal Troon han sido seleccionados para albergar la prueba en 2023 y 2024, respectivamente. Decisión que, si bien es cierto que no sorprende a nadie -se hablaba de ello desde que el coronavirus obligó a trastocar toda la rotación-, no tenía carácter oficial.
“Estamos agradecidos con todos los involucrados en los campos y con nuestras organizaciones asociadas por apoyar nuestros planes y mostrar flexibilidad para adoptar sus propios calendarios”, afirmó Martin Slumbers, director ejecutivo de la R&A, en un comunicado. Después de todo, han sido los campos inmersos en la rotación los que han dado su brazo a torcer para aceptar la idea de retrasar la disputa del torneo en su sede un año. De este modo, la edición de 2021 se llevará a cabo en Royal St. George y el Old Course de St. Andrews tendrá el privilegio de albergar la número 150 -eso sí, en 2022-.
Ahora bien, como nunca llueve a gusto de todos, este cambio de planes ha desbaratado cualquier posibilidad de que Royal Troon pudiera llevar a cabo el evento cien años después de celebrar el primer Open en sus instalaciones -data de 1923-. ¿Podría haber habido un intercambio de fechas entre Royal Troon y Royal Liverpool para haber facilitado esta efeméride? Pues lo cierto es que se habló mucho sobre el tema, pero lo que no quería la R&A bajo ningún concepto es que el torneo viajara dos años consecutivos a Escocia. Dicho lo cual, ya vamos calentando motores para el campeonato que se disputará en Inglaterra del 15 al 18 de julio.





